La primera novela de Margarita Barresi: A Delicate Marriage (2023), me recordó el juego de “gallitos,” que jugué tantas veces en mi infancia. También me recordó el “gallito” de Uiso, un vecino que todos temíamos, porque era el campeón que rompía las algarrobas de todos nosotros. Nadie lo había podido vencer.
Barresi cuenta en su novela una versión puertorriqueña de la historia de amor y pasión entre dos jóvenes que vienen de clases sociales diferentes, y se encuentran durante la primera mitad del siglo veinte: el joven campesino emprendedor, Marco Ríos, y la joven rebelde de clase media alta, Isabela Cárdenas.
Digo que la versión es “puertorriqueña,” porque la relación entre los amantes es casi una alegoría del abrazo político apasionado (y tal vez de la separación y divorcio) entre el nacionalismo y el estadolibrismo, representados por Luis Muñoz Marín y Pedro Albizu Campos.
La forma de la novela, o su estructura, es un reflejo cristalino de estas relaciones espejeadas. La novela está armada con los conflictos entre estos personajes y figuras. Encontronazos que se van montando unos sobre otros, hasta llegar a la revuelta nacionalista de 1950. De la misma forma, los capítulos se suceden en un contrapunto constante hasta el final, entre los puntos de vista de Marco y de Isabel.
No embalde, Barresi enmarca la novela con dos huracanes (San Felipe y María) que parecen formas naturales del mismo conflicto, esta vez entre el viento y la Isla.
Mi pasaje favorito de la novela se da casi al final. Cerca del desenlace, vemos a los hijos de Marco y de Isabel jugando en un torneo de “gallitos.”
Es una versión del duelo a muerte entre dos contrincantes que encabuyan y tiran con todas sus fuerzas la semilla dura y cárdena del algarrobo. La tiran contra la de su oponente, con la intención de partirla en dos con un golpe de gracia. Y declarar victoria.
Barresi describe el torneo sin olvidar detalle. Describe el origen de la semilla, enfatiza su dureza. La compara al dátil por su color. Lista sus elementos: el hoyito en la algarroba, el largo de la cabuya, la firmeza del nudo. Dibuja la “gallera,” el “coliseo imaginario,” el círculo en la tierra. Detalla el golpe de gracia, la muerte del contrincante.
Pero es el retrato de su olor lo que verdaderamente me interpela con su golpe de memoria. La pasta que cubre la algarroba en su vaina apesta, cuando se mezcla con la saliva. Es una peste potente: “una mezcla de orín de gato y de muerte,” dice Barresi. Y ese olor es lo que me recuerda el “gallito” invencible de Uiso.
El olor punzante también es un anuncio de la función de nuestra nostalgia histórica.
El algarrobo puertorriqueño puede estar en peligro de extinción, el juego de “gallitos” puede haberse olvidado, pero nuestras algarrobas imaginarias siguen produciendo ese olor a muerte, que no nos deja olvidar nuestros “gallitos” dominantes.
3 responses to “Los “gallitos” de Margarita Barresi”
Excelente…me encantó la “vida” qe le das a algarrobo!
Gracias, Tere!
Muchas gracias por la reseña. Parece muy interesante. Voy a leer una muestra y si me engancha…